7 de abril de 2012

Bondi

Con más probabilidad pasa un día cualquiera, un día que es insignificante
por donde lo veas. Lo bueno de esos días es que siempre tendrás algo que
contar, recordar o hasta incluso olvidar. Yo necesito contar lo que paso el
día viernes 6 cuando iba a jugar a la pelota y de 5 paradas antes de que me
tenga que bajar, llega linda mestiza con pelo morocho y unos ojos verdes
que inevitablemente llamaron mi atención. Se que este relato me va a causar
más de un problema, pero es absolutamente platónico. No se su nombre,
no se su edad, puedo adivinarlos pero es todo muy complejo. Lo único que
se es que envidio y admiro con profundidad ese color de ojos, su color de
rojo en las uñas que conminaba con sus zapatos tipo sandalias y con su
binchita de moño, también color rojo son solo detalles de más. Para colmo,
se sentó en el asiento libre de adelante mio. Creaba un ambiente ideal, pero
yo al parecer preferí quedarme con este relato y con la intriga de su nombre
de su edad, de su facebook, de su número de celular, de su vida. Eso si,
¿quien me saca la imagen en mi recuerdo? El tiempo, solamente.
PD:  La peor condena es el amor fugaz que te regala el 271 A una tarde cualquiera.

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