28 de septiembre de 2011

La espera continuará

Ya pasaron un mes y cuatro días y sigo acá esperando volver a las canchas, a los picaditos con mis amigos y a completar el equipo de papá cuando le falta un jugador. Pasaron 34 días desde la última vez que juegue a la pelota o al fútbol, como quieras llamarlo, y me siento muy bajoneado. Ayer cuando iba al medico con todas las espectativas de que me diera el alta, resulta que me dio un mes más de Kinesiología e inactividad futbolistica y solo estoy habilitado para hacer natación alrededor de 40 minutos divididas en dos clases semanales. Realmente voy a llegar a los dos meses sin fútbol y me entristece saber que mi último partido de mis 16 años fue aquella final mal perdida de los bonaerenses, pero no hay mal que por bien no venga. Aunque no sepa porque mierda me tocó a mi la Pubalgía, se que fue un desgaste muscular y no paré cuando tenía que parar y ahora tengo que esperar, pero... realmente necesito de lo que más me gusta en este mundo además de dormir, necesito ponerme esa número 4, necesito correr tras la esférica, necesito estar con mis amigos en ese rectángulo tan único como lo es la cancha de fútbol. NECESITO ENTRAR A LA CANCHA, JUGAR AL FÚTBOL Y OLVIDARME DE TODA LA MIERDA QUE HAY EN MI CORAZÓN.






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