Quizás este sábado demostró en apenas 5 horas lo que es este año: buenos momentos y malos, otros peores y algún momento bueno que toma más fuerza porque venias decaído, PERO... no se tarda mucho en volver a caer anímicamente. Y así yo cada vez entiendo menos, por ejemplo hace siete días mi cara desbordaba alegría y hoy veo como en menos de lo pensado ya estoy en un punto donde no me encuentro ni me reconozco con mi yo de una semana atrás. Pero esto momentos en el fondo de todo se que me gustan, por más irónico que suene. Porque son en estos momentos en el que mostrás ser fuerte y/o en el que te fortaleces, aunque la decaída sea por una mínima situación. A lo largo de este año que no me cae para nada bien; la vida, el destino me fue demostrando que siempre tendré razones para decaer, pero aprendí que también voy a tener algunas razones más para sonreír y en este punto, decaerme dependerá de mí.
Lo bueno de esto es que vas a estar preparado para saber que hay rachas, buenas y malas, que tienen una sola coincidencia; ambas se romperán.
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