¿ Hasta a donde uno se equivoca y hasta donde es culpa de "la suerte" ?
Sin dudas, cuando tomas una desición sin convicción se convierte en duda. La duda mata, confunde, te vuelve loco y muchas veces por dudar perdés. Pero perder no siempre es malo. Cuando perdés, aprendés. Yo hoy aprendí que algunos errores son propios y que la suerte a veces no existe y en otros casos depende de vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario